1.
El corazón es la bomba impulsora del flujo
sanguíneo a través de las arterias por donde viaja la sangre oxigenada hacia
todas las partes del cuerpo. En los vasos capilares se realiza el intercambio
gaseoso (O2 por CO2) y recibe los residuos para ser conducidos por las venas
que la conducen al hígado y riñón que filtra las impurezas y residuos para
continuar hacia el corazón a través de la venas cavas inferior y superior para
llegar a la aurícula derecha que bombea la sangre hacia el ventrículo derecho
quien envía las sangre hacia el pulmón a través de las arterias pulmonares para
oxigenarse. De allí, sale la sangre oxigenada por las venas pulmonares que la
conducen hacía la aurícula izquierda quien la envía hacia el ventrículo
izquierdo para impulsarla hacia la aorta quien la vuelve a distribuir por todo
el cuerpo. La circulación entre el ventrículo izquierdo hasta llegar de nuevo a
la aurícula derecha es conocida como circulación mayor y el recorrido desde el
ventrículo derecho hasta el pulmón y de ahí hasta la aurícula izquierda se
llama circulación menor.
2. Después de
que la comida es masticada y humedecida en la boca, pasa a través del esófago
hasta el estómago. Este es el segundo paso en la digestión de todo lo que
consumes. El alimento se mezcla con el ácido del estómago y las enzimas para
descomponer la comida en trozos más pequeños. Esta combinación de alimentos y
"jugos" estomacales se llama quimo. El estómago también almacena
temporalmente alimentos, liberando quimo en pequeñas cantidades en el intestino
delgado, donde se vuelve a dividir en nutrientes para ser absorbidos por el
cuerpo.
3.
El propósito del pulmón es
dejar que el oxígeno entre al cuerpo, mientras remueve el dióxido de carbono.
El oxígeno proporciona energía para el cuerpo, mientras que el dióxido de
carbono es un desperdicio corporal producido por el metabolismo celular que se
acumula en los tejidos del mismo.
4. Los riñones
cumplen funciones muy importantes:
- Retiran el exceso de agua y las toxinas que
resultan del metabolismo del cuerpo humano, permitiendo la
eliminación de este filtrado en forma de orina. En tal sentido funcionan
como verdaderos filtros selectivos depuradores de la sangre.
- Moderan el balance de ácidos evitando su excesiva
acumulación en el organismo.
- Cumplen un rol importante en la regulación de la
presión sanguínea y en la producción de hormonas tales como la
eritropoyetina, que controla la producción en la médula ósea de glóbulos
rojos.
- Regulan la cantidad de calcio en sangre y la
producción de Vitamina D necesaria para la mineralización y
fortalecimiento de los huesos.
5.
CUIDAR EL CORAZON
Menos sal y azúcar.
Reduce el
consumo de sal y evita un exceso de azúcares.
El exceso en el consumo de sal provoca hipertensión arterial que es la principal causa de ictus y una de las más importantes de infartos.
El exceso en el consumo de sal provoca hipertensión arterial que es la principal causa de ictus y una de las más importantes de infartos.
2Más grasas vegetales.
Aumenta
el consumo de grasas de origen vegetal como la margarina y reduce las de origen
animal como la mantequilla y los embutidos.
CUIDAR
ESTOMAGO
1) Come despacio y mastica bien
cada bocado; dedicando como mínimo de 20 a 30 minutos a cada comida. Si
no lo haces, la digestión gástrica se retrasará produciendo sensación de
pesadez y somnolencia. Los alimentos mal digeridos también producen gases e
hinchazón del vientre.
2) No abuses de condimentos. La
salsa de tomate, exceso de sal, mostaza, salsas picantes etc. irritan la mucosa
gástrica y aumentan la acidez de estómago.
CUIDAR
LOS PULMONES
1. Sigue una alimentación variada, sana y equilibrada
Aunque no lo creas, ¿sabías que todo
aquello que comas también influye en la salud de los pulmones? Efectivamente,
de la misma manera que ocurre por ejemplo con otros órganos tan importantes de
nuestro cuerpo como es el caso de los riñones o del hígado, en el caso
particular de los pulmones existen determinados alimentos
protectores, muy beneficiosos, y otros que en definitiva no lo
son tanto.
2. Evita el exceso de sal
Es sabido por todos que la sal,
consumida en exceso, se convierte en un gran enemigo para la salud de nuestros
riñones, pero lo que no muchos conocen es que también lo es para nuestra salud
pulmonar. ¿El motivo? Recientes estudios han permitido constatar que aquellas
dietas ricas en sodio incrementan el riesgo de sufrir asma, o
lo agravan en casos de adultos que ya la presenten.
CUIDAR LOS RIÑONES
No obstante,
te resumimos a continuación algunos consejos sencillos que deberás seguir a la
hora de cuidar los riñones con salud:
·
Consume cada día al menos de un litro y medio a dos
litros de agua, lo que equivale a ocho vasos de agua al día.
·
Sigue una dieta equilibrada y saludable, rica
especialmente en frutas y verduras frescas.
·
Evita la sal, utilizando para condimentar tus platos especias o
hierbas naturales (el perejil, la pimienta o el curry pueden ser ideales).
·
Evita las comidas muy condimentadas y con
mucha salsa.
·
Controla tu tensión arterial. En caso de
que la tengas alta, aumenta ese control y sigue los consejos indicados por tu
médico.
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