Miguel de Cervantes
Saavedra (Alcalá de Henares,3 29 de septiembre de 1547 –Madrid, 22 de abril2 de 1616) fue un soldado, novelista, poeta y dramaturgo español.
Es considerado una de
las máximas figuras de la literatura española y universalmente
conocido por haber escrito Don Quijote de la Mancha, que muchos críticos
han descrito como la primera novela moderna y una de las
mejores obras de la literatura universal, además de ser el libro más editado y
traducido de la historia, sólo superado por laBiblia.4 Se le ha dado el
sobrenombre de «Príncipe de los Ingenios».5
Infancia
y juventud
Desde el siglo XVIII está
admitido que el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes fue Alcalá de Henares,3 dado
que allí fue bautizado, según su acta bautismal, y que de allí manifestó ser
natural en la llamada Información de Argel (1580).6 El
día exacto de su nacimiento es menos seguro, aunque lo normal es que naciera
el 29 de septiembre, fecha en que se celebra la
fiesta del arcángel San Miguel, dada la tradición de recibir el
nombre del santoral del día del nacimiento. Miguel de Cervantes fue bautizado
el 9 de octubre de1547, en la parroquia de
Santa María la Mayor.7 El
acta del bautizo reza:
Domingo,
nueve días del mes de octubre, año del Señor de mill e quinientos e quarenta e
siete años, fue baptizado Miguel, hijo de Rodrigo Cervantes e su mujer doña
Leonor. Baptizóle el reverendo señor Bartolomé Serrano, cura de Nuestra Señora.
Testigos, Baltasar Vázquez, Sacristán, e yo, que le bapticé e firme de mi
nombre. Bachiller Serrano.8
Sus abuelos paternos fueron el
licenciado en leyes Juan de Cervantes y doña Leonor de Torreblanca,
hija de Juan Luis de Torreblanca, un médico cordobés; su padre se llamaba Rodrigo de Cervantes (1509-1585) y
nació en Alcalá de Henares porque su padre tenía
entonces trabajo allí; fue cirujano, oficio más parecido al actual practicante
que a nuestra idea de médico, y padecía desde niño una extrema sordera, por lo
que sus hijos solían acompañarlo a menudo para actuar como intérpretes; Krzysztof Sliwa aporta
un documento por el que sabemos que Miguel de Cervantes hizo al menos una vez
de intérprete de su padre; don Rodrigo no pudo seguir estudios continuados a
causa de su sordera y el carácter inquieto, movedizo e itinerante de su
familia, que llegó a moverse entre Córdoba, Sevilla, Toledo, Cuenca, Alcalá de
Henares, Guadalajara y Valladolid, que sepamos; sin embargo aprendió cirugía de
su abuelo materno cordobés y el padrastro, también médico, que lo sucedió, sin
contar con un título oficial. Según Américo
Castro, Daniel Eisenberg y otros cervantistas,
Cervantes posee ascendencia conversa por ambas líneas familiares. Por el
contrario, Jean Canavaggioafirma que no está probado, y lo
compara con los documentos que apoyan esta ascendencia sin lugar a dudas
para Mateo Alemán; en todo caso, la familia
Cervantes estaba muy bien considerada en Córdoba y detentaba allí y en sus
cercanías cargos importantes. Rodrigo casó con Leonor de Cortinas, de la cual apenas se sabe
nada, excepto que era natural de Arganda del
Rey.9 Sus
hermanos fueron Andrés (1543),
Andrea (1544),
Luisa (1546),
que llegó a ser priora de un convento carmelita; Rodrigo (1550), también soldado,
que le acompañó en el cautiverio argelino; Magdalena (1554) y Juan, sólo
conocido porque su padre lo menciona en el testamento.
Hacia 1551, Rodrigo de Cervantes
se trasladó con su familia a Valladolid.
Por deudas, estuvo preso varios meses y sus bienes fueron embargados. En 1556 se dirigió
a Córdoba para recoger la herencia de Juan
de Cervantes, abuelo del escritor, y huir de los acreedores.
No existen datos precisos sobre
los primeros estudios de Miguel de Cervantes, que, sin duda, no llegaron a ser
universitarios. Parece ser que pudo haber estudiado en Valladolid, Córdoba o Sevilla.
También es posible que estudiara en la Compañía de Jesús, ya que en la
novela El coloquio de los perros elabora una descripción de un
colegio de jesuitas que parece una alusión a su vida
estudiantil.
En 1566 se establece
en Madrid.
Asiste al Estudio de la Villa, regentado por el catedrático de gramática Juan López de Hoyos, quien en 1569 publicó un libro
sobre la enfermedad y muerte de la reina doña Isabel de Valois, la
tercera esposa de Felipe II. López de Hoyos incluye en ese libro
dos poesías de Cervantes, nuestro caro y amado discípulo. Esas son
sus primeras manifestaciones literarias. En estos años Cervantes se aficionó al
teatro viendo las representaciones de Lope de Rueda y,
según declara en la segunda parte delQuijote, al parecer por boca del
personaje principal, «se le iban los ojos tras la farándula».
Viaje a
Italia y la batalla de Lepanto
Se ha conservado una providencia de Felipe II que data de 1569, donde manda prender a Miguel de Cervantes, acusado de herir
en un duelo a un tal Antonio Sigura, maestro de obras. Si se tratara realmente
de Cervantes, ése podría ser el motivo que le hizo pasar a Italia. Llegó a Roma en diciembre del mismo año. Allí leyó los poemas
caballerescos de Ludovico
Ariosto y los Diálogos
de amor del judío sefardita León
Hebreo (Yehuda Abrabanel), de inspiración neoplatónica, que
influirán sobre su idea del amor. Cervantes se imbuye del estilo y del arte
italianos, y guardará siempre un gratísimo recuerdo de aquellos estados, que
aparece, por ejemplo, en El licenciado Vidriera, una de sus Novelas ejemplares, y se deja sentir en
diversas alusiones de sus otras obras
Se pone al servicio
de Giulio Acquaviva,
que será cardenal en 1570, y a quien,
probablemente, conoció en Madrid. Le siguió porPalermo, Milán, Florencia, Venecia, Parma y Ferrara.
Pronto lo dejará para ocupar la plaza de soldado en la compañía del capitán
Diego de Urbina, del tercio de Miguel de Moncada.
Embarcó en la galera Marquesa. El 7 de octubre de 1571 participó en la batalla de Lepanto, "la más alta ocasión
que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros",
formando parte de la armada cristiana, dirigida por don Juan de Austria,
«hijo del rayo de la guerra Carlos V, de felice memoria», y hermanastro del
rey, y donde participaba uno de los más famosos marinos de la época, el marqués de Santa Cruz, que residía en La
Mancha, en Viso del Marqués. En una información legal
elaborada ocho años más tarde se dice:
Cuando se reconosció
el armada del Turco, en la dicha batalla naval, el dicho Miguel de Cervantes
estaba malo y con calentura, y el dicho capitán... y otros muchos amigos suyos
le dijeron que, pues estaba enfermo y con calentura, que estuviese quedo abajo
en la cámara de la galera; y el dicho Miguel de Cervantes respondió que qué
dirían de él, y que no hacía lo que debía, y que más quería morir peleando por
Dios y por su rey, que no meterse so cubierta, y que con su salud... Y peleó
como valente soldado con los dichos turcos en la dicha batalla en el lugar del
esquife, como su capitán lo mandó y le dio orden, con otros soldados. Y acabada
la batalla, como el señor don Juan supo y entendió cuán bien lo había hecho y
peleado el dicho Miguel de Cervantes, le acrescentó y le dio cuatro ducados más
de su paga... De la dicha batalla naval salió herido de dos arcabuzazos en el
pecho y en una mano, de que quedó estropeado de la dicha mano.
De ahí procede el
apodo de el manco de Lepanto. La mano izquierda
no le fue cortada, sino que se le anquilosó al perder el movimiento de la misma
cuando un trozo de plomo le seccionó un nervio. Aquellas heridas no debieron
ser demasiado graves, pues, tras seis meses de permanencia en un hospital de Messina, Cervantes reanudó
su vida militar, en 1572. Tomó parte en las
expediciones navales de Navarino (1572), Corfú, Bizerta y Túnez (1573). En todas ellas bajo
el mando del capitán Manuel Ponce de León y en el tercio deLope de Figueroa,
que aparece en El alcalde de Zalamea, de Pedro Calderón de la Barca.
Después, recorrería
las principales ciudades de Sicilia, Cerdeña, Génova y la Lombardía.
Permaneció finalmente dos años en Nápoles,
hasta 1575.
Cervantes siempre se
mostró muy orgulloso de haber luchado en la batalla de Lepanto, que para él
fue, como escribió en el prólogo de la segunda parte del Quijote, la más alta ocasión
que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros.
Cautiverio en Argel
Durante su regreso desde Nápoles a España, a bordo de la galera Sol,
una flotilla turca comandada por Arnaut Mamí hizo presos a Miguel y a su
hermano Rodrigo, el 26
de septiembre de 1575. Fueron capturados a la altura de Cadaqués de Rosas o Palamós, en la actualidad llamada Costa
Brava, y llevados a Argel. Cervantes es adjudicado como esclavo al renegado griego Dali
Mamí. El hecho de habérsele encontrado en su poder las cartas de
recomendación que llevaba de don Juan de Austria y del Duque
de Sessa, hizo pensar a sus captores que
Cervantes era una persona muy importante, y por quien podrían conseguir un buen
rescate. Pidieron quinientos escudos de oro por su libertad.
En los cinco años de aprisionamiento, Cervantes, un hombre
con un fuerte espíritu y motivación, trató de escapar en cuatro ocasiones. Para
evitar represalias en sus compañeros de cautiverio, se hizo responsable de todo
ante sus enemigos. Prefirió la tortura a la delación. Gracias a la información
oficial y al libro de fray Diego de Haedo Topografía
e historia general de Argel (1612), tenemos posesión de noticias importantes sobre el
cautiverio. Tales notas se complementan con sus comedias Los tratos de Argel; Los baños de Argel y el relato de la historia del
Cautivo, que se incluye en la primera parte del Quijote, entre los capítulos 39
y 41. Sin embargo, desde hace tiempo se sabe que la obra publicada por Haedo no
era suya, algo que él mismo ya reconoce. Según Emilio Sola, su autor fue
Antonio de Sosa, benedictino compañero de cautiverio de Cervantes y dialoguista
de la misma obra. Daniel Eisenberg ha propuesto que la obra no es de Sosa,
quien no era escritor, sino del gran escritor cautivo en Argel, con cuyos
escritos la obra de Haedo muestra muy extensas semejanzas. A ser cierto, la
obra de Haedo deja de ser confirmación independiente de la conducta cervantina
en Argel, sino uno más de los escritos del mismo Cervantes que ensalzan su
heroísmo.
l primer intento de
fuga fracasó, porque el moro que tenía que conducir a Cervantes y a sus
compañeros a Orán, los
abandonó en la primera jornada. Los presos tuvieron que regresar a Argel, donde
fueron encadenados y vigilados más que antes. Mientras tanto, la madre de
Cervantes había conseguido reunir cierta cantidad de ducados, con la esperanza
de poder rescatar a sus dos hijos. En 1577 se concertaron los
tratos, pero la cantidad no era suficiente para rescatar a los dos. Miguel
prefirió que fuera puesto en libertad su hermano Rodrigo, quien regresó a
España. Rodrigo llevaba un plan elaborado por su hermano para liberarlo a él y
a sus catorce o quince compañeros más. Cervantes se reunió con los otros presos
en una cueva oculta, en espera de una galera española que vendría a recogerlos.
La galera, efectivamente, llegó e intentó acercarse por dos veces a la playa;
pero, finalmente, fue apresada. Los cristianos escondidos en la cueva también
fueron descubiertos, debido a la delación de un cómplice traidor, apodado El Dorador. Cervantes se
declaró como único responsable de organizar la evasión e inducir a sus
compañeros. El bey (gobernador turco) de Argel, Azán Bajá, lo encerró en su «baño» o presidio,
cargado de cadenas, donde permaneció durante cinco meses. El tercer intento, lo
trazó Cervantes con la finalidad de llegar por tierra hasta Orán. Envió allí un
moro fiel con cartas para Martín de Córdoba, general
de aquella plaza, explicándole el plan y pidiéndole guías. Sin embargo, el
mensajero fue preso y las cartas descubiertas. En ellas se demostraba que era
el propio Miguel de Cervantes quien lo había tramado todo. Fue condenado a
recibir dos mil palos, sentencia que no se realizó porque muchos fueron los que
intercedieron por él. El último intento de escapar se produjo gracias a una
importante suma de dinero que le entregó un mercader valenciano que estaba en
Argel. Cervantes adquirió una fragata capaz de transportar a sesenta cautivos
cristianos. Cuando todo estaba a punto de solucionarse, uno de los que debían
ser liberados, el ex dominico doctor Juan Blanco de Paz, reveló todo el plan a Azán
Bajá. Como recompensa el traidor recibió un escudo y una jarra de manteca. Azán
Bajá trasladó a Cervantes a una prisión más segura, en su mismo palacio.
Después, decidió llevarlo a Constantinopla,
donde la fuga resultaría una empresa casi imposible de realizar. De nuevo,
Cervantes asumió toda responsabilidad.11
En mayo de 1580, llegaron a Argel los
padres Trinitarios (esa orden se ocupaba en tratar de liberar cautivos, incluso
se cambiaban por ellos)[cita requerida] fray Antonio de la
Bella y fray Juan Gil.
Fray Antonio partió con una expedición de rescatados. Fray Juan Gil, que
únicamente disponía de trescientos escudos, trató de rescatar a Cervantes, por
el cual se exigían quinientos. El fraile se ocupó de recolectar entre los
mercaderes cristianos la cantidad que faltaba. La reunió cuando Cervantes
estaba ya en una de las galeras en que Azán Bajá zarparía rumbo a
Constantinopla, atado con «dos cadenas y un grillo». Gracias a los 500 escudos
tan arduamente reunidos, Cervantes es liberado el 19 de septiembre de 1580. El 24 de octubre regresó, al fin, a
España con otros cautivos también rescatados. Llegó a Denia, desde donde se
trasladó a Valencia.
En noviembre o diciembre regresa con su familia a Madrid.
Regreso a España
En mayo de 1581 Cervantes se
trasladó a Portugal,
donde se hallaba entonces la corte de Felipe II, con el propósito de encontrar algo
con lo que rehacer su vida y pagar las deudas que había obtenido su familia
para rescatarle de Argel. Le encomendaron una comisión secreta en Orán, puesto
que él tenía muchos conocimientos de la cultura y costumbres del norte de
África. Por ese trabajo recibió 50 escudos. Regresó a Lisboay a
finales de año volvió a Madrid. En febrero de 1582, solicita un puesto
de trabajo vacante en las Indias; sin conseguirlo. En estos años, el escritor
tiene relaciones amorosas con Ana Villafranca (o Franca) de Rojas, la mujer de
Alonso Rodríguez, un tabernero. De la relación nació una hija que se llamó
Isabel de Saavedra, que él reconoció.
El 12 de
diciembre de 1584, contrae matrimonio con Catalina de Salazar y Palacios en
el pueblo toledano de Esquivias. Catalina era una joven que no llegaba a los veinte
años y que aportó una pequeña dote. Se supone que el matrimonio no sólo fue
estéril, sino un fracaso. A los dos años de casados, Cervantes comienza sus
extensos viajes por Andalucía.
Es muy probable que entre los
años 1581 y 1583 Cervantes
escribiera La Galatea, su primera obra literaria en
volumen y trascendencia. Se publicó en Alcalá de Henares en1585. Hasta entonces sólo
había publicado algunas composiciones en libros ajenos, en romanceros y
cancioneros, que reunían producciones de diversos poetas.
La Galatea apareció dividida en seis
libros, aunque sólo escribió la «primera parte». Cervantes prometió continuar
la obra; sin embargo, jamás llegó a imprimirse. En el prólogo la obra es
calificada como «égloga» y se insiste en la afición que Cervantes ha tenido
siempre a la poesía. Se trata de una novela pastoril, género que había
establecido en España la Diana de Jorge de Montemayor. Aún se pueden observar las
lecturas que realizó cuando fue soldado en Italia. El matrimonio con su esposa
no resultó. Se separó de la misma a los dos años, sin haber llegado a tener
hijos. Cervantes nunca habla de su esposa en sus muchos textos autobiográficos,
a pesar de ser él quien estrenó en la literatura española el tema del divorcio,
entonces imposible en un país católico, con el entremés El
juez de los divorcios. Se supone que el matrimonio fue infeliz, aunque en
ese entremés sostiene que «más vale el peor concierto / que no el divorcio mejor».
Últimos años
En 1587, viaja a Andalucía como comisario de provisiones de la Armada
Invencible. Durante los años como comisario,
recorre una y otra vez el camino que va desde Madrid a Andalucía, pasando por Toledo y La
Mancha (actual Ciudad
Real). Ese es el itinerario deRinconete y Cortadillo.
Se establece en Sevilla, primero como proveedor de las galeras reales, y
posteriormente, a partir de 1594,como recaudador de impuestos atrasados
(tercias y alcabalas), empleos ambos que le acarrearán numerosos problemas y
disputas puesto que era el encargado de ir casa por casa recaudando impuestos,
que en su mayoría iban destinados para cubrir las guerras en las que estaba
inmiscuida España. Es encarcelado en 1597 en la Cárcel Real de Sevilla, entre septiembre y diciembre de ese año,12 tras la quiebra del banco donde depositaba la recaudación.
Supuestamente Cervantes se había apropiado de dinero público y sería
descubierto tras ser encontradas varias irregularidades en las cuentas que
llevaba. En la cárcel «engendra» Don Quijote de la Mancha, según el
prólogo a esta obra. No se sabe si con ese término quiso decir que comenzó a
escribirlo mientras estaba preso o, simplemente, que se le ocurrió la idea
allí. El otro encarcelamiento documentado de Cervantes fue muy breve, en Castro
del Río (Córdoba) en 1592.
No consta que haya estado nunca en la cueva de Medrano, en Argamasilla de Alba.
Desde 1604 se instala en Valladolid (por aquel entonces —desde 1601— Corte Real de Felipe III), y en 1605 publica la primera parte de la que será su principal obra: El ingenioso hidalgo don Quijote de
la Mancha. Ello marcó el comienzo del realismo como estética literaria y creó el género literario de la novelamoderna, la novela polifónica, de
amplísimo influjo posterior, mediante el cultivo de lo que llamó «una escritura
desatada» en la que el artista podía mostrarse «épico, lírico, trágico, cómico»
en el crisol genuino de la parodia de todos los géneros. La segunda parte no aparece hasta 1615: El
ingenioso caballero don Quijote de la Mancha. Ambas obras le ganan un
puesto en la historia de la literatura universal y convierten a su autor, junto con Dante
Alighieri, William Shakespeare, Michel de Montaigne y Goethe en un autor canónico de la literatura occidental. Un año
antes, aparece publicada una apócrifa continuación de Alonso Fernández de Avellaneda. Una novela escrita, al parecer, por un discípulo y amigo de Lope
de Vega de origen aragonés o por un grupo de amigos de Lope.
Entre las dos partes
del Quijote, aparecen en 1613 las Novelas ejemplares, un conjunto de doce
narraciones breves, compuestas algunas de ellas muchos años antes. Su fuente es
propia y original. En ellas explora distintas fórmulas narrativas como la sátira lucianesca (El
coloquio de los perros), la novela picaresca (Rinconete y
Cortadillo), la miscelánea (El licenciado
vidriera), la novela bizantina (La española
inglesa, El amante liberal) o, incluso, la novela policíaca (La fuerza de la
sangre). De algunas de ellas, como por ejemplo El celoso extremeño, se conserva una
segunda redacción testimoniada por el manuscrito llamado de Porras de la
Cámara, descubierto en el siglo XIX. Sólo esta colección de novelas habría
podido en sí misma haberle creado un puesto muy destacado en la historia de la
literatura castellana.
La crítica literaria
fue una constante en su obra. Aparece en la Galatea, en el Quijote y a ella le consagró
el Viaje del Parnaso (1614), extenso poema en
tercetos encadenados. En 1615, publica Ocho comedias y ocho
entremeses nuevos nunca representados, pero su drama más
popular hoy, La Numancia, además de El trato de Argel, quedó inédito hasta
el siglo XVIII.
Un año después de su
muerte, aparece la novela Los trabajos de Persiles y Sigismunda, cuya dedicatoria a Pedro Fernández de Castro y Andrade,
VII Conde de Lemos,
su mecenas durante años, y a quien están también dedicadas la segunda parte del Quijote y las Novelas ejemplares, y que firmó apenas
dos días antes de morir, resulta una de las páginas más conmovedoras de la
literatura española:
Señor; aquellas coplas
antiguas que fueron en su tiempo celebradas, que comienzan: «Puesto ya el pie
en el estribo», quisiera yo no vinieran tan a pelo en esta mi epístola, porque
casi con las mismas palabras las puedo comenzar diciendo:
Puesto ya el pie en el
estribo,
con las ansias de la muerte,
gran señor, ésta te escribo.
con las ansias de la muerte,
gran señor, ésta te escribo.
Ayer me dieron la
extremaunción, y hoy escribo ésta. El tiempo es breve, las ansias crecen, las
esperanzas menguan, y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de
vivir y quisiera yo ponerle coto hasta besar los pies de V. E., que podría ser
fuese tanto el contento de ver a V. E. bueno en España, que me volviese a dar
la vida. Pero, si está decretado que la haya de perder, cúmplase la voluntad de
los cielos y, por lo menos, sepa V. E. este mi deseo y sepa que tuvo en mí un
tan aficionado criado de servirle, que quiso pasar aún más allá de la muerte
mostrando su intención. Con todo esto, como en profecía, me alegro de la
llegada de V. E.; regocíjome de verle señalar con el dedo y realégrome de que
salieron verdaderas mis esperanzas dilatadas en la fama de las bondades de V.
E. Todavía me quedan en el alma ciertas reliquias y asomos de las Semanas del Jardín y del famoso Bernardo. Si a dicha, por buena
ventura mía (que ya no sería sino milagro), me diere el cielo vida, las verá,
y, con ellas, el fin de la Galatea, de quien sé está
aficionado V. E., y con estas obras continuado mi deseo; guarde Dios a V. E.
como puede, Miguel de Cervantes.
El Persiles es una novela bizantina que, según el autor,
pretendía competir con el modelo clásico griego de Heliodoro;
tuvo éxito, pues conoció algunas ediciones más en su época; pero fue olvidada y
oscurecida por el triunfo indiscutible de su Don Quijote. Cervantes utiliza
un grupo de personajes como hilo conductor de la obra, en vez de dos. Anticipa,
además, el llamado realismo mágico dando entrada a
algunos elementos fantásticos. En cierto modo, cristianiza el modelo original
utilizando el tópico del homo viator, alcanzándose el
clímax al final de la obra con la anagnórisis de los dos enamorados
principales, llamados hasta entonces Periandro y Auristela, en la ciudad santa
de Roma:
Nuestras almas, como
tú bien sabes y como aquí me han enseñado, siempre están en continuo movimiento
y no pueden parar sino en Dios, como en su centro. En esta vida los deseos son
infinitos y unos se encadenan de otros y se eslabonan y van formando una cadena
que tal vez llega al cielo y tal se sume en el infierno.
En realidad, el Persiles es una novela de
estructura e intenciones muy complejas que aguarda todavía una interpretación
satisfactoria.
La influencia de
Cervantes en la literatura universal ha sido tal, que la misma lengua española suele ser llamada la lengua de
Cervantes.
Muerte y tumba de Cervantes
Cervantes muere en
Madrid a la edad de 69 años de diabetes,13 en la conocida Casa de Cervantes, situada en en la esquina
entre la Calle León y la Calle Francos, en el ya citado Barrio de las Letras o Barrio de las
Musas, en el entorno del conocido Madrid de los Austrias. Cervantes deseó ser
enterrado en la Iglesia del Convento de las Trinitarias Descalzas,
en el mismo barrio, ya que cuando él fue llevado preso en Argel la congregación
de los Trinitarios ayudó, hicieron de intermediarios y recogieron fondos para
que él y su hermano Rodrigo fueran liberados14 .
El Convento actual
fue construido en distintas fases. En el momento en que Cervantes fue enterrado
allí el Convento tenía una capilla pequeña con acceso por la Calle Huertas,
pero posteriormente fue edificada una iglesia mayor en el mismo sitio y se
trasladó a este nuevo templo a las personas que se encontraban enterradas en el
anterior. El cuerpo de Cervantes también fue trasladado pero se desconoce el
lugar exacto en el que se encuentra14 . En julio de 2011
una serie de investigadores españoles se han propuesto encontrar los restos de
Cervantes explorando las diferentes partes del Convento, de 3.000 metros
cuadrados, para investigar mejor su aspecto físico y las causas de su muerte.15 16
Aspecto físico
Cervantes fue retratado en su
tiempo por el pintor Juan de Jáuregui, sin embargo este retrato es
probable que se perdiera y, como retratos contemporáneos al propio escritor,
algunos opinan que sólo se conservan copias y falsificaciones de dicho retrato.17 Si
bien pasada la fecha de su muerte pueden encontrarse multitud de retratos del
escritor.18
Por otra parte, el propio autor
se describió a sí mismo en el prólogo de sus Novelas ejemplares, que escribió
entre 1590 y 1612 y que se
publicaron en 1613,
cuando Cervantes tenía ya 66 años. Dicha descripción dice así:
Este que
veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada,
de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de
plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca
pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos
mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos
con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color
viva, antes blanca que morena, algo cargado de espaldas, y no muy ligero de
pies. Este digo, que es el rostro del autor deLa Galatea y de Don
Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso,...
Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra.
Miguel de
Cervantes Saavedra.
Alcances artísticos
Cervantes es sumamente original. Parodiando un género que
empezaba a periclitar, como el de loslibros de caballerías, creó otro género sumamente vivaz, la novela polifónica,
donde se superponen las cosmovisiones y los puntos de vista hasta confundirse
en complejidad con la misma realidad, recurriendo incluso a juegos
metaficcionales. En la época la épica podía escribirse también en prosa, y con
el precedente en el teatro del poco respeto a los modelos clásicos de Lope
de Vega, le cupo a él en suma fraguar la
fórmula del realismo en la narrativa tal y
como había sido preanunciada en España por toda una tradición literaria desde
el Cantar del Mío Cid,
ofreciéndosela a Europa, donde Cervantes tuvo más discípulos que en España. La
novela realista entera del siglo XIX está marcada por este magisterio. Por otra
parte, otra gran obra maestra de Cervantes, las Novelas ejemplares, demuestra
la amplitud de miras de su espíritu y su deseo de experimentar con las
estructuras narrativas. En esta colección de novelas el autor experimenta con
la novela
bizantina (La española inglesa), la novela policíaca o criminal (La fuerza de la sangre, El celoso extremeño), el diálogolucianesco (El coloquio de los perros), la miscelánea de sentencias y donaires (El licenciado Vidriera), la novela
picaresca (Rinconete y Cortadillo), la narración constituida
sobre una anagnórisis (La gitanilla), etc.
Obra de Cervantes
Novelas
Miguel de Cervantes cultivó, pero
a su original modo, los géneros narrativos habituales en la segunda mitad
del siglo XVI:
la novela bizantina, la novela
pastoril, la novela
picaresca, la novela
morisca, la sátira lucianesca, la miscelánea.
Renovó un género, la novella, que se entendía entonces a la
italiana como relato breve, exento de retórica y de mayor trascendencia.
Orden cronológico:
La Galatea
La Galatea fue la primera novela de
Cervantes, en 1585.
Forma parte del subgénero pastoril (una «égloga en prosa» como define el
autor), triunfante en el Renacimiento.
Su primera publicación apareció cuando tenía 38 años con el título de Primera
parte de La Galatea. Como en otras novelas del género (similar al de La
Diana de Jorge de Montemayor), los personajes son
pastores idealizados que relatan sus cuitas y expresan sus sentimientos en una
naturaleza idílica (locus amoenus).
La Galatea se divide en seis libros en
los cuales se desarrollan una historia principal y cuatro secundarias que
comienzan en el amanecer y finalizan al anochecer, como en las églogas tradicionales,
pero de la misma manera que en los poemas bucólicos deVirgilio cada
pastor es en realidad una máscara que representa a un personaje verdadero.
Don Quijote de la Mancha
Es la novela cumbre de la
literatura en lengua española. Su primera parte apareció en 1605y obtuvo una gran
acogida pública. Pronto se tradujo a las principales lenguas europeas y es una
de las obras con más traducciones del mundo.
En un principio, la pretensión de
Cervantes fue combatir el auge que habían alcanzado los libros de caballerías,
satirizándolos con la historia de un hidalgo manchego que perdió la cordura por
leerlos, creyéndose caballero andante. Para Cervantes, el estilo de las novelas
de caballerías era pésimo, y las historias que contaba eran disparatadas. A
pesar de ello, a medida que iba avanzando el propósito inicial fue superado, y llegó
a construir una obra que reflejaba la sociedad de su tiempo y el comportamiento
humano.
Es probable que Cervantes se
inspirara en el Entremés de los romances, en el que un labrador
pierde el juicio por su afición a los héroes del Romancero
viejo.
Novelas ejemplares
Entre 1590 y 1612 Cervantes
escribió una serie de novelas cortas (pues el término novela se
usaba en la época en el mismo sentido que su étimo, el italiano novella,
esto es, lo que hoy llamamos novela corta o relato largo) que después acabaría
reuniendo en 1613 en
la colección de las Novelas ejemplares, dada la gran acogida que
obtuvo con la primera parte del Quijote. En un principio recibieron
el nombre de Novelas ejemplares de honestísimo entretenimiento.
Dado que existen dos versiones
de Rinconete y Cortadillo y de El celoso extremeño,
se piensa que Cervantes introdujo en estas novelas algunas variaciones con
propósitos morales, sociales y estéticos (de ahí el nombre de «ejemplares»). La
versión más primitiva se encuentra en el llamado manuscrito de Porras de la
Cámara, una colección miscelánea de diversas obras literarias entre las cuales
se encuentra una novela habitualmente atribuida también a Cervantes, La
tía fingida. Por otra parte, algunas novelas cortas se hallan también
insertas en el Quijote, como «El curioso impertinente» o una «Historia del cautivo» que
cuenta con elementos autobiográficos. Además, se alude a otra novela ya
compuesta, Rinconete y Cortadillo.
La gitanilla es la más larga de las
novelas ejemplares, y puede tener elementos autobiográficos en una historia
amorosa que tuvo un pariente lejano de Cervantes. Como muchas otras de estas
tramas, se centra en el artificio de la agnición o
reconocimiento de una persona al final de la obra. Se trata de una muchacha de
origen noble raptada por unos gitanos y educada por ellos, y un noble que se
enamora y decide llevar vida gitanil tras ella, hasta que al fin se descubre
todo y la historia termina felizmente, posibilitándose el matrimonio de la
pareja.
El amante liberal es una novela
morisca donde también aparece el tema del rapto, con la
historia de un joven siciliano llamado Ricardo que es raptado al igual que a la
bellísima Leonisa que es vendida a dos moros por un judío para regalársela al
gran turco, entramada con líos amorosos, y aventuras.
En Rinconete y
Cortadillo dos muchachos «se desgarran» (se fugan de la casa
familiar) y emprenden una vida picaresca con
ayuda de la baraja y del hurto, hasta que van a parar a Sevilla, donde mientras
trabajan de esportilleros son captados por una asociación mafiosa de
malhechores, una especie de sindicato del crimen sevillano gobernado como una
cofradía por el hermano mayor, Monipodio. Se suceden diversas escenas de género
propias de un entremés o una jácara donde
se presentan alguaciles corruptos, ladrones, matones, chulos y prostitutas;
acabado este desfile de tipos, los pillos muchachos deciden regenerarse.
En La española inglesa el
rapto vuelve a aparecer en la persona de una muchacha arrebatada en la invasión
inglesa de Cádiz y que se educa en Londres como dama de compañía de la
reina Isabel I de Inglaterra, que aparece descrita
sin animadversión. Pierde el cabello por un bebedizo pero todo se arregla al
final.
En El licenciado
Vidriera el estudiante pobre Tomás Rodaja marcha a Salamanca a
estudiar acompañando a un noble y allí se licencia con honores; viaja por
diversas ciudades de Italia, pero pierde la razón a causa de un filtro de amor
que le han suministrado en secreto y cree tener el cuerpo de vidrio y ser
sumamente frágil. Sin embargo, su agudeza es sorprendente y todos le consultan.
La novela es en realidad una colección de las agudezas en prosa del
protagonista, al estilo de una de las misceláneas tan
frecuentes en el Siglo de Oro. Finalmente recobra el juicio,
pero ya nadie le contrata ni va a verle.
En La fuerza de la
sangre se construye un relato casi policíaco, en el que una
doncella violada con los ojos tapados logra reconstruir intelectualmente el
crimen hasta dar con el culpable y forzar de él que se case con ella
restituyendo su honor.
El celoso extremeño narra los celos patológicos
de un viejo indiano que vuelve a España enriquecido y encierra a su jovencísima
esposa en una casa herméticamente, sin permitirle que salga ni que nada
masculino pase la puerta, en la cual ha instalado como vigilante a un esclavo
negro con orden de no dejar pasar a nadie. El seductor Loaysa lo logra
engatusando al negro, al que le encanta la música, con una vihuela, y se
acuesta con la moza. Sin embargo, no hacen nada, aunque en el manuscrito de
Porras de la Cámara sí se consuman los cuernos. El viejo, humillado, se muere
de pena.
En La ilustre fregona dos
jóvenes de buena familia, Carriazo y Avendaño, deciden lanzarse a la vida picaresca.
En un mesón deToledo Avendaño
se enamora de Constanza, una fregona o sirvienta, lo que hará que los dos
jóvenes decidan detener allí su viaje. Finalmente se descubrirá que Constanza
es de noble nacimiento, hija natural del padre de Carriazo, por lo que nada
impedirá su boda con Avendaño.
El casamiento engañoso narra el timo que hace una
señorita aparentemente honesta a un militar casándose con él; éste ignora que
ha sido una meretriz y esta lo abandona dejándole una enfermedad venérea que
debe purgar con sudores en el hospital de Atocha, donde transcurre la próxima
novela.
En El coloquio de los
perros el militar, que está purgando su enfermedad en medio de
fuertes fiebres, asiste de noche a la conversación entre dos perros, Cipión y
Berganza; uno cuenta al otro la historia de su vida y sus muchos (y muy
sinvergüenzas) amos y dejan para el día siguiente la relación del otro. Se
trata de una fantasía al estilo de las de Luciano de Samosata y el desfile
entremesil de tipos, entre ellos unos pastores y una bruja, recuerda al de
una novela picaresca o un entremés.
Los trabajos de Persiles y Sigismunda
Es la última obra de Cervantes.
Pertenece al subgénero de la novela
bizantina. En ella escribió la dedicatoria a Pedro Fernández de Castro y Andrade,
VII Conde de Lemos, el 19 de abril de 1616, cuatro días antes de
fallecer, donde se despide de la vida citando estos versos:
Puesto ya
el pie en el estribo,
con ansias de la muerte,
gran señor, esta te escribo.
con ansias de la muerte,
gran señor, esta te escribo.
El autor ve claramente que le
queda poca vida y se despide de sus amigos; no se hace ilusiones, sin embargo
desea vivir y terminar obras que tiene en el magín, cuyo título escribe: Las semanas del jardín, El famoso Bernardo y una segunda parte
de La Galatea. En el género de la novela bizantina, cuenta
Cervantes, se atreve a competir con el modelo del género, Heliodoro.
La novela, inspirada en la
crónica de Saxo Gramático y Olao Magno y en las fantasías
del Jardín de flores curiosas de Antonio de Torquemada, cuenta la
peregrinación llevada a cabo por Persiles y Sigismunda, dos príncipes nórdicos
enamorados que se hacen pasar por hermanos cambiándose los nombres por
Periandro y Auristela. Separados por todo tipo de peripecias, emprenden un
viaje desde el norte de Europa hasta Roma, pasando por España,
con finalidad expiatoria antes de contraer matrimonio. La obra es importante
porque supone en el autor un cierto distanciamiento de las fórmulas realistas
que hasta el momento ha cultivado, pues aparecen hechos tan peregrinos como que
una mujer salte de un campanario librándose de estrellarse gracias al
paracaídas que forman sus faldas o que haya personajes que adivinen el futuro.
Los personajes principales aparecen algo desvaídos y en realidad la obra está
protagonizada por un grupo, en el que se integran dos españoles abandonados en
una isla desierta, Antonio y su hijo, criado en la isla como una especie de
bárbaro arquero en contacto con la naturaleza. Los últimos pasajes del libro
están poco limados, ya que el autor falleció antes de corregirlos. La obra tuvo
cierto éxito y se reimprimió varias veces, pero fue olvidada en el siglo
siguiente.
Poesía
Cervantes se afanó en ser poeta,
aunque llegó a dudar de su capacidad, como él mismo dijo antes de su muerte
en Viaje del Parnaso:
Yo que
siempre trabajo y me desvelo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo
por parecer que tengo de poeta
la gracia que no quiso darme el cielo
Se han perdido o no se han identificado casi todos los versos que no estaban incluidos en sus novelas o en sus obras teatrales; aunque se le suele llamar inventor de los versos de cabo roto, en realidad no fue él. Cervantes declara haber compuesto gran número de romances, entre los cuales estimaba especialmente uno sobre los celos. En efecto, hacia 1580 participó con otros grandes poetas contemporáneos como Lope de Vega, Góngora o Quevedo en la imitación de los romances antiguos que dio origen al Romancero nuevo, llamado así frente al tradicional Romancero viejo del siglo XV, el cual era anónimo.
Inicia su obra poética con las
cuatro composiciones dedicadas a Exequias de la reina Isabel de Valois.
Otros poemas fueron: A Pedro Padilla, A la muerte de
Fernando de Herrera, A la Austriada de Juan Rufo. Como poeta
sin embargo destaca en el tono cómico y satírico, y sus obras maestras son los
sonetos Un valentón de espátula y greguesco y Al
túmulo del rey Felipe II, del cual se hizo famoso los últimos versos:
Caló el
chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
La Epístola a Mateo
Vázquez es una falsificación escrita por el erudito decimonónico Adolfo de
Castro, como asimismo lo es el folleto en prosa El buscapié,
una vindicación del Quijote escrita también por este erudito.
Asentó algunas innovaciones en la métrica,
como la invención de la estrofa denominada ovillejo y
el uso del soneto con estrambote.
Viaje del Parnaso
El único poema narrativo extenso
de Cervantes es El viaje del Parnaso (1614). Está formado por
tercetos encadenados, donde el autor critica a algunos poetas españoles,
satirizando a algunos y elogiando a otros. Escrito, como dice el propio Miguel,
a imagen y semejanza del Viaggio di Parnaso (1578) de Cesare Caporali di Perugia.
Narra de forma autobiográfica en ocho capítulos un viaje al monte Parnaso,
a bordo de una galera dirigida por Mercurio, en la que algunos poetas elogiados
tratan de defenderlo frente a los poetastros o malos poetas. Reunidos en el
monte con Apolo,
salen airosos de la batalla y el protagonista regresa de nuevo a su hogar. La
obra se completa con la Adjunta al Parnaso, donde Pancracio
de Roncesvalles entrega
a Cervantes dos epístolas de Apolo.
Teatro
Dadas sus penurias económicas,
el teatro fue
la gran vocación de Cervantes. Escribe que cuando era mozo «se le iban los
ojos» tras el carro de los comediantes y que asistió a las austeras
representaciones de Lope de Rueda. Sin embargo, su éxito, que lo
tuvo, pues sus obras se representaron «sin ofrenda de pepinos», como dice en el
prólogo a sus Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados,
fue efímero ante el exitazo de la nueva fórmula dramática de Lope de Vega,
más audaz y moderna que la suya, que hizo a los empresarios desestimar las
comedias cervantinas y preferir las de su rival. El teatro de Cervantes poseía
un fin moral, incluía personajes alegóricos y procuraba someterse a las tres
unidades aristotélicas de acción, tiempo y lugar, mientras que el de Lope
rompía con esas unidades y era moralmente más desvergonzado y desenvuelto, así
como mejor y más variadamente versificado. Cervantes nunca pudo sobrellevar
este fracaso y se mostró disgustado con el nuevo teatro lopesco en la primera
parte del Quijote, cuyo carácter teatral aparece bien asentado a
causa de la abundancia de diálogos y de situaciones de tipo entremesil que
entreverán la trama. Y es, en efecto, el entremés el
género dramático donde luce en todo su esplendor el genio dramático de
Cervantes, de forma que puede decirse que junto a Luis Quiñones de Benavente y Francisco de Quevedo es Cervantes uno
de los mejores autores del género, al que aportó una mayor profundidad en los
personajes, un humor inimitable y un mayor calado y trascendencia en la
temática. Que existía interconexión entre el mundo teatral y el narrativo de
Cervantes lo demuestra que, por ejemplo, el tema del entremés de El
viejo celoso aparezca en la novela ejemplar de El celoso
extremeño. Otras veces aparecen personajes sanchopancescos, como en el entremés
de la Elección de los alcaldes de Daganzo, donde el protagonista es
tan buen catador o «mojón» de vinos como Sancho. El barroco tema de la
apariencia y la realidad se muestra en El retablo de las maravillas,
donde se adapta el cuento medieval de Don Juan
Manuel (que Cervantes conocía y había leído en una edición
contemporánea) del rey desnudo y se le da un contenido social. El juez
de los divorcios tocaba también biográficamente a Cervantes, y en él
se llega a la conclusión de que «más vale el peor concierto / que no el
divorcio mejor». También poseen interés los entremeses de El rufián
viudo,La cueva de Salamanca, El vizcaíno fingido y La
guarda cuidadosa. Para sus entremeses adopta Cervantes tanto la prosa como
el verso y se le atribuyen algunos otros, como el de Los habladores.
En sus piezas mayores el teatro
de Cervantes ha sido injustamente poco apreciado y representado, a excepción de
la que representa el ejemplo más acabado de imitación de las tragedias clásicas: El cerco de Numancia, también
titulada La destrucción de Numancia, donde se escenifica el tema
patriótico del sacrificio colectivo ante el asedio del general Escipión y donde el
hambre toma la forma de sufrimiento existencial, añadiéndose figuras alegóricas
que profetizan un futuro glorioso para España. Se trata de una obra donde laProvidencia parece tener el mismo cometido
que tenía para el Eneas escapado de la Troya incendiada
en Virgilio.
Parecida inspiración patriótica poseen otras comedias, como La
conquista de Jerusalén, descubierta recientemente. Otras comedias suyas
tratan el tema, que tan directamente padeció el autor y al que incluso se hace
alusión en un pasaje de su última obra, el Persiles, del cautiverio
en Argel, como Los baños de Argel, Los tratos de Argel, La
gran sultana y El gallardo español, donde se ha querido
también encontrar la denuncia de la situación de los antiguos soldados como el
propio Cervantes. De tema más novelesco son La casa de los celos y
selvas de Ardenia, El laberinto de amor, La entretenida.
Carácter picaresco tienen Pedro de Urdemalas y El
rufián dichoso.
Cervantes reunió sus obras no
representadas en Ocho comedias y ocho entremeses nunca representados;
además, se conservan otras obras en manuscrito: Los tratos de Argel, El
gallardo español, La gran sultana y Los baños de
Argel.
Obras perdidas y atribuidas
Cervantes mencionó en algunas
oportunidades otras obras que estaba escribiendo o pensaba escribir, así como
varias comedias suyas que habían sido representadas con éxito y cuyos textos se
han perdido.
Entre las obras que se ignora si
llegó a escribir o a completar cabe mencionar la segunda parte de La Galatea, El famoso Bernardo(quizá un libro de caballerías referido a Bernardo del Carpio) y Las semanas del jardín. También es posible
que haya pensado en escribir una continuación del libro de caballerías Belianís de Grecia.[cita requerida]
Las obras de teatro perdidas, que
Cervantes enumera son La gran Turquesca, La batalla naval, La
Jerusalén, La Amaranta o la del Mayo, El bosque amoroso, La
única, La bizarra Arsinda y La Confusa, que
figuraba en el repertorio del autor Juan Acacio aún en 1627. También fue obra
suya una comedia llamada El trato de Constantinopla y muerte de Selim.
Hay diversas obras que se han
atribuido a Cervantes, con variado fundamento. Entre las más conocidas cabe
mencionar:
·
Diálogo entre Cilenia y Selanio sobre la vida en el campo, que se supone que es un
fragmento de la obra perdida de Cervantes Las semanas del jardín.
·
Auto de la
soberana Virgen de Guadalupe, auto sacramental relativo al hallazgo de la
imagen de Nuestra Señora de Guadalupe.
·
La Topografía e
historia general de Argel, obra editada y publicada en
Valladolid, en 1612, por fray Diego de Haedo, abad de Frómista, que se sabe que
no es obra de éste. La obra fue realmente escrita por el clérigo portugués y amigo
de Cervantes, el doctor Antonio de Sosa, mientras éste estuvo cautivo en Argel
entre 1577 y 1581. El erudito Sosa fue muy amigo del joven Cervantes durante el
cautiverio de ambos en Berbería en los 1570. Sosa fue asimismo el primer
biógrafo de Cervantes; su relato sobre el "episodio de la cueva", en
el que describe el segundo intento de escape de Cervantes de su prisión
argelina, aparece en suDiálogo de los mártires de Argel.
En 1992, el hispanista italiano,
Stefano Arata, publicó el texto de un manuscrito de la obra teatral La
conquista de Jerusalén por Godofre de Bullón. Un artículo precede el drama
en el cual Arata pretende haber encontrado La Jerusalén perdida
cervantina.19 Siguió
el estudio otro artículo en 1997. Desde entonces, se ha publicado virtualmente
como obra atribuida, y en 2009 apareció una edición crítica imprimida por
Cátedra Letras Hispanas. En 2010, Dr Aaron M. Kahn publicó una teoría de
atribución, demostrando que de todos los candidatos por la autoría del drama,
Cervantes es el más probable.20 Sin
prueba definitiva, esta obra sigue siendo "atribuida" a Cervantes.
Relación con otras personalidades
Se suele decir que Miguel de
Cervantes y William Shakespeare fallecieron el mismo
día, aunque el primero lo hizo el 22 de abril y el segundo el 23. Sin embargo,
aunque los dos hubieran fallecido el 23 en sus respectivos países, las muertes
no hubieran coincidido en el tiempo, ya que, aunque morirían en la misma fecha,
en Gran Bretaña se usaba el calendario juliano, mientras que en España ya
se había adoptado el calendario gregoriano y cuando
Shakespeare murió en España era 3 de mayo. Este día, el 23 de abril,
ha sido nombrado Día Internacional del Libro por la UNESCO en 1995.
Lo que sí que se sabe con
exactitud es que Shakespeare leyó la primera parte El Quijote y escribió una
obra de teatro donde retoma al personaje de Cardenio,
que aparece en la novela.21
Cervantes no solamente conoció a
los ilustres escritores Francisco
Quevedo y Lope de Vega,
sino que fueron vecinos en las mismas calles del Barrio de las Letras de Madrid.22
El personaje de El Quijote ha
marcado a muchas personalidades. Orson Welles,
que pasó temporadas en España, tuvo un gran interés en realizar una película
titulada Don Quijote,23 que,
por no poder ser completada por Welles, se exhibe desde 1992 montada y
finalizada por el director y guionista Jesús Franco.24
El primer ministro israelí David Ben-Gurión aprendió español para
poder leer Don Quijote de la Mancha en su idioma original,25 al
igual que el poeta, dramaturgo y novelista ruso Alexandr
Pushkin.26
Cervantes en el cine
·
Cervantes,
dirigida por Vincent Sherman (1969), con Francisco Rabal, Gina Lollobrigida,
José Ferrer y Horst Buchholz en el papel de Cervantes.
·
Cervantes (serie de televisión) serie
española de televisión, emitida por TVE en 1981.
·
Miguel y William, dirigida por Inés París (2007). Juan Luis Galiardo es el encargado de
encarnar a Miguel.
Reconocimiento
Hay numerosos galardones,
esculturas, edificios e instituciones dedicadas a guardar la memoria de Miguel
de Cervantes.
Casa de Cervantes
Hay al menos cinco Casas de Cervantes:
en Alcalá de Henares,
en Valladolid, en Madrid, en Vélez-Málaga y
en Cartagena (España).
Galardones
·
Premio Miguel de Cervantes es el
premio más importante de Literatura en Lengua Castellana.
·
Trofeo
Cervantes torneo amistoso de fútbol que se celebra en Alcalá de Henares.
Monumentos
·
En Alcalá de Henares: Escultura en la plaza que
lleva su nombre, en la glorieta del Chorrillo, y en el Centro deportivo Miguel
de Cervantes de la Brigada Paracaidista.
·
En Madrid: Monumento a Miguel de Cervantes en
la Plaza de España, escultura en la Plaza de las Cortes, escultura en la Biblioteca Nacional de España,
y placa conmemorativa de su enterramiento.
·
En Valladolid: Estatua de Cervantes.
·
En Santiago de Compostela: Escultura en la
plaza que lleva su nombre.
·
En Sevilla:
Monumento a Cervantes consistente en una estatua de medio cuerpo de bronce con
pedestal.
Instituciones culturales
·
Instituto Cervantes para la promoción y
enseñanza de la lengua española.
·
Teatro
Cervantes. Hay al menos 14 en cinco países diferentes: en España (Almería;Málaga; Alcalá de
Henares; Santa Eulalia, en Alicante; Béjar, en Salamanca; Jaén;Murcia; Petrel, en Alicante; Segovia; y Valladolid);
en Marruecos (Tánger); en México (Guanajuato);
en Chile (Putaendo); y en Argentina
(Buenos Aires).
·
Liceo de Cervantes; colegio privado católico
masculino colombiano.
·
Organismo
Autónomo de Cultura Miguel de Cervantes de Villarrobledo.
·
Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes para la difusión de la cultura iberoamericana.
·
Biblioteca
universitaria Miguel de Cervantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos deMadrid.
Instituciones sanitarias
Publicaciones
·
Revista
Cervantes revista iberoamericana publicada entre 1916-1920.
Embarcaciones
·
ARA Cervantes (D-1) destructor de la
Armada Argentina entre 1925 y 1961.
·
Crucero ligero Miguel de Cervantes perteneciente
a la Marina española, operativo entre 1928 y 1964.
·
Bergantín-goleta Cervantes Saavedra botado
en 1934.
Parajes
·
Alameda
de Cervantes en Soria.
·
Barrio de Cervantes en Granada.
·
Plaza
Cervantes en Alcalá de Henares, Lérida y Santiago de Compostela.
·
Piazzale
Miguel Cervantes en Roma.
Celebraciones
·
Semana
Cervantina es una fiesta que se celebra en varias ciudades de
España en honor a Cervantes.
·
Festival Cervantino Celebración anual en
el estado mexicano de Guanajuato.
Monedas
No hay comentarios:
Publicar un comentario